jueves, 23 de julio de 2009

En mis zapatos


Jeremias 33.3
Clama a mi y yo te respondere
y te enseñare cosas grandes y ocultas que no conoces.

Si hago un balance de mi vida de emprendedor podria atreverme a afirmar que es más lo que he ganado que perdido, aunque la dura realidad de cada vez que he tenido que levantarme fue tan aplastante y digno de una película de Mel Gibson.
Cuando comencé mi carrera de publicista a mis 23 años estaba lleno de sueños, muchas ganas por ganarle a la vida y motivado porque tenia a mi lado una esposa que siempre me alentaba a enfrentar los dias con actitud. Los resultados se fueron dando por inercia, y llegamos a tener una agencia de publicidad de mediana envergadura, no era millonario pero nada me faltaba. Pero asi como el dinero tambien llego la confusión, empece a cambiar y si bien intentaba actuar en lo correcto un espiritu de soberbia me fue envargando. Luego de muchos años y pesimas decisiones, lo perdi todo pero volvi a levantarme.
Empecé una empresa editorial asesorando uno de los clubes de ejecutivos más importantes de la ciudad, es que siempre pensaba en grande por mas dificil que fuera mi situación. Terminé editando una revista en Miami de clubes latinoamericanos, viajé, conocí gente y lugares impresionantes, todo lo tenía y todo lo volvía a perder, incluso en esta oportunidad mi familia.
Y me volví a levantar. Comencé un magazine de un formato que no existia en la ciudad y que muy pronto muchas empezaron a imitar. Las cosas tenian gran proyección, tuve una novia con quien intente crecer como persona para ella y cambiar esta racha de altibajos que me dejaban el estigma del aprendizaje a golpes. Sin embargo lo volvi a perder todo. Y es que ya distaba mucho del joven emprendedor que empezo toda esta historia con un espiritu limpio y muchas ganas de vivir.
Y me volvi a levantar, pero esta vez tuve que reconocer que no podía llevar tanta carga en mis hombros. Me rendi ante Dios en humildad y desde ese momento senti que volvi a ser el Arturo integro, de buenos sentimientos, humilde y correcto que se habia perdido en el camino. Claro que me costó aprender la lección y pasar la prueba que Dios me habia puesto para entender que absolutamente nadie puede alcanzar la felicidad plena si no tiene a Dios en su corazón y dueño de su destino. Se fueron las soberbias, el mal humor, el cinismo, la manipulación, algunos vicios, todo lo negativo que nublaban mi caminar. Ahora si bien acepto con coraje todo lo que he sembrado tengo la certeza que en esta oportunidad podré alcanzar mis metas y mantenerlas con firmeza. Y esa certeza me la da Dios. Estoy seguro que seré bendecido, porque cuando hablo con él no pido que bendiga mis proyectos para mi beneficio sino que me permita poder dar a los demas lo que necesiten, que me utilice como un puente para que algunos puedan conocer lo maravilloso de vivir en su palabra y asi será. Gracias Dios por estar a mi lado en este nuevo inicio y ante ti clamo en humildad por todas las personas que amo.

martes, 7 de julio de 2009

No somos Rocky Balboa



Filipenses 4.13
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Mi mejor amiga es una hermosa mujer, llena de sueños y ganas de sacarle partido a la vida, sin embargo la vida casi siempre le responde con la prepotencia de una maquina podadora en plena selva virgen y cada vez que eso sucede mi alma se entristece de verla asi. Aunque si somos sinceros ella afortunadamente tiene el don de sacar fuerzas de donde muchos ya hemos perdido. Le toma su tiempo pero lo consigue. Es un angel mi Fabiola, y lo entendi cuando en el peor momento de mi vida, cuando nadie da un mango por ti y dudas de que mereces ser amado por alguien, ella se acercaba en silencio y me abrazaba tiernamente sin esperar nada a cambio.
Ella tiene la actitud de Rocky Balboa, cuanto mas fuerte sean los golpes mas fuerte se hacia el para responder. Esa es una de sus estrategias para tener coraje ante los golpes de la vida, sin embargo, le explicaba con cariño y paciencia, que no existen Rockys Balboas tan fuertes que puedan con la carga que llegamos a acumular en nuestras vidas, tarde o temprano esos edificios de culpas y problemas que llevamos en los hombros terminan aplastando nuestro espiritu.
Entonces que hago?, me pregunto ella, yo respondi con una sonrisa.
Le pregunte si conocia el concepto de humildad, me respondio que vagamente, le explique entonces que cuando me preguntan que religion tengo respondo soy humilde ante Dios, es decir que he entregado toda mi vida en sus manos, no importa lo que yo desee, no importan los problemas que se me presenten, yo doy gracias a Dios por todo, bueno o malo, porque si es bueno bendecido soy y si es malo es por algun proposito. Esto es mas que una actitud, tiene que ver con fe, con tener la certeza de que Dios no me abandonara nunca y con el todo lo puedo. Y dejenme decirle que golpes he recibido sin embargo ninguno logra desviarme de mi fe, eso si duelen pero eso cada vez me hace mas fuerte.
Te amo Fabiola y no me averguenzo de decirlo, eres una de los pocos seres que me han enseñado el verdadero amor, incondicional como debe ser y siempre estare a tu lado.

domingo, 5 de julio de 2009