sábado, 5 de septiembre de 2009

Oración por un amigo




Una de las más acertadas definiciones de Dios la descubrí hace poco por casualidad leyendo un periódico que llevaba semanas en la cocina de mi casa y se negaba irse por algún motivo. Mario Benedetti, extinto genio literario y ateo por convicción, conceptuaba a Dios como una espiral de energías ascendentes que en forma armónica se acercaban a un poder de energía mayor. Se imaginan millones de luces pequeñas girando de forma armónica como danzando y subiendo cada vez mas atraídas por algún poder superior. Totalmente de acuerdo pues esas energía son nuestro espíritu santo que todos llevamos dentro de nosotros, algunos con la timidez de una luciérnaga y otros como un reflector de millones de watts. Pero que sucede con aquellos que extinguen su luz por decisiones que nos son muy difíciles de aceptar, aquellos seres que amamos pero terminaron cediendo a la presión de la vida misma y devolviendo el milagro de la vida pues no calzaba con nuestro espíritu. Eso le sucedió a un amigo cercano, a un compañero de maratones sabatinas de billar, un amigo generoso y sincero en sus palabras, caiga quien caiga siempre decía lo que pensaba, aunque la alegría de su carácter escondía una gran depresión, lo cual lo llevo a tomar la decisión de quitarse la vida, decisión que no tiene nada que ver con valentía ni cobardía sino de cansancio por el peso que llevamos a cuestas. Mi amigo Gonzalo se fue, apagando su luz, extinguiéndola por decisión propia, pero dejándome el sinsabor de lo injusta que puede ser la vida y si Dios existe no podia permitir tremenda injusticia. Asi que ore por el, porque en la eternidad el tenga su lugar dentro del espiral, ore con toda mi alma para que nuestro padre lo acoja con amor y le de el descanso eterno que merece. Esta fue mi oracion y la comparto con ustedes:

“Padre mio, se fue mi amigo porque asi lo quizo, dejo lo que mas queria y apago su luz, permite padre mio que Gonzalo pueda encender su espiritu santo y dale la vida eterna, para que este a tu lado con su amplia sonrisa. Dios si tu lo deseas llevate parte mia y enciende de vida su espiritu. Que en paz descanses amigo mio. En el nombre de tu hijo Jesucristo. Amen”