Humildad espiritual

Mateo 10.16
He aqui, yo os envio como a ovejas en medio de lobos; sed pues, humildes como la paloma y astutos como la serpiente.

Llevo un curso de negocios en la iglesia donde acudo, lo dicta una amiga que conocí hace muchos años cuando asesoraba a una de las mejores universidades de negocios de la ciudad. Es impresionante como ella en cada clase nos da una visión espiritualmente diferente de como debemos llevar nuestros negocios basandonos ahora en la palabra de Dios. Claro que usa terminos academicos de gestión pero es interesante como nos va llevando poco a poco a la conclusión de que sin fe en Dios ningún negocio va a ser tan productivo ni generoso en bendiciones.
Hace unos dias habló sobre la humildad que debemos tener todos, aun mas nosotros que estamos en Cristo. Y dijo algo que me dejó totalmente cautivado. La humildad no radica en un estado de sencillez, tampoco de pensar en que uno no debe desear más de la vida, y sólo aceptar lo que uno tiene. Eso es conformismo y Dios no es un padre que quiere lo peor para nosotros. El desea vernos bien, bendecidos y ganadores, obviamente enfrentando nuestras pruebas de fe que nos fortaleceran cada vez más, pero El nos tiene para cada uno de nosotros una promesa maravillosa.
Entonces que es humildad?, pues Bettina -mi amiga pastora- nos enseñó que es la aceptación de dejar toda tu vida en las manos de Dios, ese es el acto más grande de humildad que puede existir, declarar a Dios como el que determina y decide todo tu destino con su divina voluntad.
Ser humilde va más allá de pasar carencias o de una vida de sencillez, se trata de una decisión de vida, la cual tomé hace menos de 2 meses. Mi vida la determina Dios, El me da el querer y el hacer, a El consulto cada decisión importante y me someto a su voluntad, Y saben amigos mios, desde que actuo así, Dios me ha llenado de muchisimas respuestas que hacen que mi día a día sea una aventura en Dios. No todo lo que le he pedido me ha concedido pero me ha dado mucho más de lo que le pedi. Mi vida es ahora testimonio de que la humildad con Dios es la llave para tener una vida llena de bendiciones, independientemente de las pruebas que uno deba pasar.